Hubo una serie de fabricantes de aviones alemanes que, después de la Segunda Guerra Mundial, que se pusieron a hacer coches. Uno de ellos fue Ernst Hinkel que había fabricado cazas a reacción, además de los famosos bombarderos. Otros conocidos fabricantes de la época eran Fritz Fend y Willy Messerschmitt. Fend desarrolló un coche barato que quería que fuese para los muchos mutilados de guerra que había entonces en Alemania. Pero Messerschmitt lo fabricó en gran número para aquellas personas para las que un coche normal era demasiado caro, pero que no querían ir en una motocicleta. Casi todos los coches eran de tres ruedas, con dos delante y una detrás, aunque había algunos que llevaban dos ruedas muy juntas detrás. En 1958 apareció una versión deportiva llamada el Tiger aunque, hablando en propiedad, no era un Messerschmitt porque Willy Messerschmitt le había vendido la empresa a Fritz Fend.
Al Tiger se le llamó FMR. Era un dos plazas, con un motor monocilíndrico de dos tiempos de 173 o 191 cc. Su sucesor (conocido como el coche deportivo TG 500) llevaba un motor de dos cilindros de 493 cc, que daba 19,5 CVa 5.000 rpm, gracias a su aerodinámica alcanzaba con facilidad los 120 Km/h. En 1961 finalizó su produción aunque volvió a retomarse en una pequeña serie en los años noventa.