El MGB es sin duda alguna el coche clásico más popular. Se le admira tanto en Europa como en Estados Unidos y existe toda una industria dedicada a su conservación y mantenimiento. ¿Pero cómo llegó un coche con la misma plataforma de vehículos más modestos como los sedán BMC Farina y las furgonetas Serpa a tener un éxito tan formidable? Aparecieron siendo coches baratos de compra y manutención, tenían una imagen atractiva e invitaban a su conducción por más que su mecánica no fuese muy glamurosa.
Los primeros aparecieron en 1962 con la carrocería roadster Fue el primer MG con estructura monocasco y tenía otras ventajas sobre el MGA, como unas ventanas que se subían, un techo que se plegaba mejor y un interior relativamente espacioso. Su tracción estaba en las ruedas traseras y su suspensión era más efectiva, por lo que conducido era un placer en el que se disfrutaba de las mismas prestaciones que los últimos motores de la serie B que entregaban 95 Cv.
En 1965 apareció una versión cupé de nombre MGB GT, un práctico 2+2 cuyo portón trasero de apertura lateral añadía una mayor versatilidad a los B. Los asientos de atrás eran sólo una excusa para que se sentasen niños muy pequeños ya que no había espacio para las piernas. Las mejoras que sufrieron en 1967 fueron un cigüeñal con cinco bielas, una caja de cambios sincronizada, un eje trasero mejorado y diferentes relaciones de velocidades que mejoraban su velocidad máxima. La superdirecta era opcional.
Con la proximidad de los años 70 se incluyeron variaciones en su imagen, como una parrilla mejorada, un interior más suntuoso y unas llantas de diseño Rostyle que le permitieron llegar hasta 1974. El más potente de los MGB nació después del poco exitoso MGC; disponía de un motor de aleación V8 que usaba Rover cedido por General Motors con un cubicaje de 3,5 I que entregaba 137 CV y que alcanzaba una velocidad máxima de casi
La misma legislación sobre seguridad americana que acabó con el MG Midget amenazó con hacer lo mismo con el MGB. Los modelos posteriores a 1974 tuvieron que adoptar las mismas medidas: se subió la altura sobre el suelo para aumentar la luminosidad de los faros frontales y se instalaron parachoques de poliuretano de serie.
Los primeros modelos no fueron muy agraciados: tenían una manejabilidad razonable, una conducción difícil y un aspecto ilógico. El cupé tenía mejor imagen que el roadster después de estas obligadas modificaciones. Los únicos B de esta época que se hacían ver fueron los de la edición limitada GT Jubilee con acabados en British Racing Green y llantas de aleación doradas con una línea exterior y otra elegante en el interior. De él se fabricaron sólo 751 modelos para celebrar el 50 aniversario de la marca. British Leyland, propietaria entonces de MG, se dio cuenta de que los B necesitaban mejorar los niveles de su conducción. Al ser aún una buena fuente de ventas, sobre todo en los Estados Unidos, el coche sufrió una profunda revisión en 1976 que le incorporó una gruesa barra antivuelco para una mejor maniobrabilidad y un interior con un mejor equipamiento y colores chillones.
Al final ni estos cambios lograron frenar el dominio del Datsun 260Z en los Estados Unidos. Compradores patriotas británicos resistieron su empuje hasta I 981 cuando el presidente de BL pidió el cierre de la fábrica de Abingdon. Los últimos modelos de MGB incorporaron las siglas LE y en su diseño resaltaban los colores plateado y negro que marcaban el final de una era.
| Motor | L4, 1798 cc. |
| Posición | Tracción Delantera |
| Válvulas | OHV 2 Válvulas por cilindro |
| Desplazamiento | 1798 cc. |
| Compresión | N/d |
| Potencia | 95 Cv. |
| Peso | |
| Par | 110 Nm |
| Peso/Potencia | 95 Cv./ |
| Ruedas Delanteras | 165/R14 |
| Ruedas Trasera | 165/R14 |
| Frenos Delanteros | Ventilados |
| Frenos Traseros | Ventilados |
| Transmisión | 4 Velocidades Manual |
| Velocidad Máxima | |
| Aceleración 0- | 12,2 seg |
| Producción Total | 513.272 |
| Tasación (en buenas condiciones) | 9000 € |
