La mezcla entre Opel, una marca fabricante de coches en masa y una de las marcas inglesas con más tradución deportiva, Lotus, dio como resultado uno de los sedán más asombrosos y rápidos del mundo, el
Lotus Carlton o Lotus Omega de 1990. Con una carrocería estándar Vauxhall Carlton GSi 3000 (Opel Omega), Lotus rediseñó la caja de cambios colocando un axial trasero de conexiones múltiples, dobles amortiguadores de tubo y unos de los frenos más grandes jamás vistos en un sedán de producción, con discos de 330 mm y 299 mm. Para la potencia, Lotus empezó con un 2.993 cc (3 litros) con doble árbol de levas y 6 cilindros en línea e instaló un cigüeñal de sincronizado más largo para conseguir 3.599 cc (3,6 litros), además de unos nuevos pistones para lograr una compresión más baja y dejar espacio para los
dobles turbos T25 Garrett. Los turbos que montaba el Lotus Carlton iban equipados con intercooler y hacían que el coche alcanzara los 290 km/h de velocidad máxima, aunque realmente estaban autolimitados a 310 Km/h.
Motor
El Carlton sólo se vendia en un color, imperial green, otro cambio con respecto al diseño fueron los pilotos traseros ahumados, así como unas impresioantes llantas de 17 pulgadas. Era un automóvul que nada tenia que envidiar a los Alpina de BMW o al EVO de Mercedes. Sólo se fabricaron 950; 510 de los cuales se conducían por la izquierda, los llamados Lotus Omegas. El precio del Lotus Carlton Omega en 1990 era de 48.00 Libras.
Lotus Carlton Omega
