El lanzamiento de Venturi se produjo en 1984 con un objetivo claro, ser la Ferrari francesa. Un país con gran tradición automovilística debía tener una marca de superdeportivos al nivel de otras naciones de su entorno. El primer modelo en ver la luz fue el 210 y 260. Estos primeros modelos montaban el motor PRV 6V, llamado así por que lo utilizaban Peugeot, Renault y Volvo, de hecho el GTA V6 de Renault lo montaba. Este motor estaría presente hasta la compra de la marca en 2001 por el multimillonario Gildo Pallanca Pastor, quien acabó con el espíritu Venturi y se ha dedicado a desarrollar automóviles eléctricos.
Venturi, fue una empresa en crisis constante, en la competición no le fue demasiado bien, a pesar de desarrollar el 500 LM y el 600 LM, ninguno hizo un buen papel. En lo económico a pesar de contar con el apoyo mecánico de las marcas francesas, en 1996 tuvo que ser vendida a un consorcio Tailandés asfixiada por las deudas, es aquí cuando nació la serie Atlantique, con tres modelos, el 260, el 300 y el todopoderoso 400 GT, el mejor superdeportivo francés de todos los tiempos. El motor es toda una obra de ingeniería a pesar de se tener más de 12 años a sus espaldas, se trataba del V6 PRV, realizado en aluminio, con cuatro levas y 24 válvulas. Pero la verdadera clave del buen rendimiento de la serie Atlantique es su doble turbo, así por ejemplo el 300, alcanzaba los 280 Km/h y aceleraba de 0-100 en poco más de 5 segundos. Su peso era otra de sus claves ya que era de sólo 1200 Kgs, gracias a una carrocería compuesta de plástico, que fue una de las más resistentes de su clase.
Venturi Atlantique 260 y 300
Si hubo un Venturi apasionante fue el 400 GT, tenía un sabor de gran deportivo italiano, con grandes spoilers, faros escamoteables y una gran entrada de aire situada detrás de cada puerta. Su motor era el mismo V6, pero con 408 Cv. Su velocidad máxima se elevaba hasta los 300 Km/h. Su chasis de acero vertebrado soportaba unos amortiguadores dobles en la parte delantera y un cambio de conexiones múltiples en la trasera, ademas de muelles bobinados y amortiguadores telescópicos. Montaba unas llantas OZ de 18 " calzando unos neumáticos 295/35. El precio del Atlantique 400 GT era unos 30 millones de pesetas, casi el doble de un Honda NSX.
Venturi Atlantique 400 GT
